sábado, 22 de agosto de 2009

A PASO CAMBIADO



Buscaban en los rincones del corazón pero no encontraron ni las reservas.
Las largas conversaciones no llegaban a ningún puerto y los desiertos aparecían entre el silencio y la indiferencia, carcomiendo las miserias del alma y dejando al amor en los huesos.
Las miradas eran ciegas y los besos sin sabor tocaban la piel rogando algún sentimiento por el que luchar.
El tiempo se burlaba de ellos sin compasión y el invierno se hospedaba en el lecho que ahora se viste de pesadilla cuando antes era un bello sueño.
Se cruzaban por la habitaciones y las sombras se miraban para evitar el roce en el suelo , donde la valentía convive desde hace meses con el reflejo de sus tristes caras. No tienen nada por lo que reír, pues el olvido se ha llevado la alegría y ya no saben como pelear contra una memoria que sólo quiere dormir y gritar. Si sale el sol enfrente hay tormentas. Cuando llueve no abren los paraguas y se ahogan en los castigos que llegan de la nostalgia. Hay momentos que el aire sabe a veneno pero jamás cierran la boca, entonces tiran por tierra el respeto y las heridas vuelven a descoserse por mucho que se cosan con el hilo de la oportunidad. En algunos momentos se tocan y se dan cuentan que la temperatura es propia de un cadáver. Luego, a solas, el llanto los destapa como muertos en vida y las entrañas se retuercen de dolor . Los consejos se hacen sordos y ya no entienden los abrazos porque no se acuerdan de como cruzar los brazos. En la calle aunque caminan por la misma acera, van a paso cambiado y cuando miran a su alrededor uno mira hacia la derecha y otro hacia la izquierda. En la izquierda , rabia, impotencia, incomprensión.... En la derecha, desamor, alaridos, sufrimiento.... De nuevo las miradas se miran y un vacío se desborda cuando la condena es el futuro. Muchas veces buscan las reservas pero se han gastado porque dejaron de sembrar.... Muchas veces piensan que se aman pero sólo son pensamientos que fallecen..... Muchas veces sienten sentimientos pero como estrellas fugaces se evaporan por la ventana....

lunes, 3 de agosto de 2009

ESE RINCÓN INVISIBLE AL MUNDO




Abrió los ojos.
Contempló el cielo y dejó que la brisa acariciará su piel.
Las estrellas iban a caer en cualquier momento huyendo de la inmensidad nocturna y él , tumbado, boca arriba y respirando profundamente, esperaba que la fusión con los luceros se hiciera realidad.
Escuchó el sonido de pasos y se preguntaba qué destino tendrían.
Sintió un escalofrío y pensó que el invierno aún no ha llegado. Cuando llegue.....
El motor de un coche rugía muy cerca y el olor del asfalto era fuerte.
La gente hablaba en la esquina y escuchaba conversaciones de temas diferentes; con ganas de contestar, sus palabras se quedaban siempre al filo de su boca cuando recordaba que su vida tal vez sólo es una sombra en un adoquín.

Las horas pasaban y siempre pasaba los mismo. Nada.
Los errores golpeaban sus arrugas en ese rincón invisible al mundo.
Ya no sabía si los días eran una muerte anunciada y lenta o el nacimiento de la nueva esperanza.
Cada noche buscaba algún sentido para que cada latido tuviera razón de ser.
Al amanecer seguía latiendo y pensaba que el sentido había enloquecido al corazón.
Cuando el sol asomó decidió levantarse.
La mañana era tan húmeda que los cartones estaban mojados. Los dobló y los escondió entre dos contenedores. Su lecho.....
Se desperezó estirando los brazos, tocando su barba , frotando sus ojos, gritando hacia adentro.
Hinchó los pulmones de aire y comenzó a vagar de un lado a otro , porque para él la orientación no tiene importancia , ni el norte ni el sur....ni el horizonte.
Así toda la mañana, la tarde y la noche.
Así varios días, semanas , meses.
Así media vida, recordando dónde fue la otra media.

En la madrugada y acobijado en los cartones, los coches vuelven a rugir y la gente a hablar.
Los pasos van hacia un destino y el frío va creciendo por los huesos de su cuerpo.
Arriba , en el techo del mundo, las estrellas siguen colgadas y agasajadas de deseos.
Y de nuevo parecen que van a caer encima, para fusionarse y llevarlo allá donde no hay diferencias, ni hombros más altos , ni miradas ciegas , ni lamentos fugaces.....
Pero no caen y todo sigue igual.
Entonces, tumbado y boca arriba, respiró profundamente.
Luego, cerró los ojos.

- Hasta mañana - susurró entre la soledad y las lágrimas.