lunes, 11 de junio de 2012

CUENTA CONMIGO



Siempre he sido más de letras que de números, de literatura que de álgebra. Pero sabes, hay excepciones que me hacen ser un fiel obrero del recuento. Hago lo que sea por contar y contar, hasta que el resultado es una sonrisa o una herida apagada. Un suspiro desbloqueado, el resurgir tras la caída, o un llanto que escapa de los muros de la impotencia. Sí hace falta, saco el traje de payaso, espabilo al niño que llevo entro, me convierto en silencio y digo eso de que nadie nace enseñado, que sin rendición no hay derrota y que en cada uno de nosotros, hay fuerza suficiente para llenar desiertos y estrellas que esperan no estrellarse más. Por eso te digo:

Cuenta conmigo. 
Que si cuento y recuento es porque sé que debajo de tu piel esta la suma perfecta entre la honestidad y transparencia. Sé que tú eres el símbolo del infinito cuando buscamos amistad y pureza. Sé lo que vales y en eso no hay cifras que igualen el valor de tu bonito  corazón.
Cuenta conmigo:
Cuando la pena rompa  tu pecho y no encuentre nido donde dejar la tristeza. Cuenta conmigo, que ahí estaré para arropar tu sufrimiento con el lecho de mi cuerpo, verás como el frío se va pasando, que dos almas prenden llamas con más rapidez cuando los recuerdos son puñaladas de traición.
Cuenta conmigo:

Cuando creas que la ilusión se ha ahorcado con la soga del desamor, tus sueños se hayan encasquillado en las dudas y el miedo… Cuenta, dime…que sí, que es verdad, que la soledad es una gran aliada en algunos momentos de reflexión, pero ten cuidado, que  a veces aparece su lado oscuro para juzgarte con crueldad y sin concesiones. Entonces, la estima huye, el coraje desaparece y lo  que creías sincero lo pintas de falsedad y mentira.
Cuenta conmigo:
Que en el mundo en que vivimos, no hay perfectos ni completos, sólo estamos los que estamos, intentando respirar ante tanto humo que tragamos…
Cada día, cada noche, aceptando los errores, los triunfos, las espinas y las flores…
Cuenta conmigo, que puede ser que no lo veas, pero te juro que aunque tenga cicatrices y un mar lleno de luces y sombras, aquí estoy a tu lado, para que me cuentes lo que quieras y me escuches decirte…
Que si no estás…
No puedo contar lo mucho que te quiero,
No puedo sumar que sin ti me muero.

miércoles, 6 de junio de 2012

CANCIONES




Una canción puede hacer tanto
por un alma cargada de olvido,
también alegrías y llantos,
por un recuerdo perdido.




Canciones que son sedantes,
cuando la moral está agrietada,
palabras que ni Cervantes,
se abrazan a una balada.




Letras que hacen pensar,
al son de un mismo latido,
sí está vacío o lleno el mar,
en un suspiro derretido.




Una canción crece tan deprisa,
en las esquinas de tu añoranza,
conquista tu tiempo y tu risa,
y escalofríos como lanzas.




Canciones que hacen despertar,
el bello placer de la existencia,
e hacen gritar, saltar y volar,
como un loco en su demencia.




Música que resquebraja el alma,
por refrescar aquel pasado,
música que desconecta la calma,
por vivir como un apasionado.




Canciones madres y amores,
canciones que son historia,
canciones llenas de dolores,
canciones que son memoria.