
Abrázame y no me dejes caer en el olvido.
Abrázame, por favor, que he perdido mi destino y ya no sé si vengo o si voy.
Abrázame fuerte, que si me sueltas es como caer al vacío sin llegar al final.
Abrázame para siempre, que así siento tus manos alrededor de mi miedo y todo se hará llanura donde yo mismo coloqué montañas y precipicios.
Cuéntame que tienes pensado... o mejor, qué sientes cuando piensas que me hundo si tú no estás a mi lado.
Cuéntame todos los días que quedan por llenarlos de besos y resta todo las heridas que que crecieron en el pasado.
Cuéntame las noches que faltan por alcanzar la estrella que tú y yo prometimos entre juegos y cosquillas.
Cuéntame aquel cuento que escribiste con tu mirada la primera vez de muchas más.
Enséñame donde está el atajo para llegar a tu corazón, que mientras indago, ando y exploro, tú has llegado al mío una y otra vez.
Enséñame los secretos de la vida, que llevo muchos años intentando descifrarla y cuando creo que lo he conseguido, me estrello contra el fracaso.
Enséñame a decir esas cosas que dices sin hablar, cómo con una mirada desarmas y cómo con una sonrisa me elevas.
Enséñame a ser la mitad de lo que eres tú, que será suficiente para que sea el doble de lo que siempre había soñado.
Abrázame y llévame contigo...