VENDEDOR DE ESPERANZA Y SENTIMIENTO

Busco la respuesta que me causa ser un vendedor de esperanza y sentimiento.
Gasto los momentos en pensamientos para convertir la vida en sonrisa y la inconsciencia en conciencia. En mi mente no cesa de dar vueltas todo aquello que me importa y enriquece mi alma, no deja de inquietarme que una pena del querer es una herida que me asfixia, que un llanto de los que me empujan a vivir es una condena para mi felicidad.....
A veces mi locura se pasa de frenada y las marcas dejan señales en un lenguaje incomprensible, porque soy preso de los impulsos de mis principios y no quiero caer jamás en la cárcel de la rendición. No quiero dejarme llevar por la marea mayoritaria....
Tal vez sea contra producente vivir así aunque no sé otra forma de hacerlo; Que mis latidos se suban a mi voz cada vez que hablo, que mis manos siempre estén tendidas cuando se arrugan corazones transparentes, que mi silencio sea el antídoto de la angustia y que mis letras consigan cambiar la tristeza por la belleza, la sombras por la luz y el fracaso por una infinidad de intentos.
Puede que me etiqueten de un soñador e iluso, pero es mi vida y he decidido vivirla para generar esas sensaciones que todos tenemos en nuestro interior y que, como sin quererlo, las vamos transportando al olvido en el tren de la rutina.
No sé porque quiero ser un vendedor de esperanza y sentimiento, sólo sé que mis ganas son arrolladoras e imposibles de sujetar, sólo sé que quiero un mundo donde poder pararse y contemplar, mirar y mirar a los ojos, sentir y derrotar a las prisas, susurrar y crear escalofríos.....
Quizá sea porque me encanta la vida a pesar de tanta muerte gratuita.
Quizá sea porque creo que somos la victoria aunque no sabemos aún de ella.
Porque somos guerreros que tenemos que despertarnos del letargo de la mentira.
Porque somos lo que queramos y podemos conseguir lo que deseamos.

La actitud es nuestra arma, es el vehículo perfecto para que seamos capaces de abrir de par en par este mundo y se cuele el sol por los poros de nuestro espíritu. Para que vayan naciendo alas donde ahora hay cadenas y para que por fin, nos demos cuenta que para encontrar el camino sólo hay que caminar y adentrarse en nuestras huellas.
En el presente, que el futuro es futuro y ese nunca llega porque siempre es futuro.
A día de hoy , que al mañana no sabremos si podremos bautizarlo como ayer.

Vendedor de esperanza y sentimiento.
Cuando venda bien, me alimentaré de esa felicidad que veré y sentiré y cuando lo haga mal, que me perdonen, pero que sepan que lo mío es original y no hay trampas ni ofertas de última hora.
Que no hay nada más hermoso que saber que lo que amas se reboza de alegría y energía.
Que no hay nada más grande que derrochar lo que uno tiene dentro para llenar vacíos y encender ráfagas de estrellas para esa gente que son un cielo.