
" Tu presencia puede resultar placentera si vamos a buscarte. Tu armonía nos abraza y clarifica las decisiones que campean en nuestra mente. Pero si vienes a buscarnos, te conviertes en un monstruo terrorífico que aplasta sin piedad todos los intentos que buscan el sentido a nuestro destino."
En tu estado , te encontramos con dos caras. La gratificante es la que dominamos , la que nos deja con el silencio como amiga y la que contesta todas nuestras dudas. Ahí apareces con toda tu riqueza que se asocia con la conciencia más activa. En ese momento te amamos como a nadie y sabemos que no nos puedes engañar porque somos nosotros los dueños de esa situación.
Tu otra cara es el reflejo del miedo. Llegas sin avisar y nos traes la pena y la tristeza cuando menos lo esperamos. Tu lenguaje comienza a herir el corazón, la angustia merodea para devorar las ganas de vivir y el tiempo se envenena con tu actitud, tan cruel y tan desgraciada.
Te quiero , te odio, te necesito pero no te quiero ni sentir.
Eres vacuna contra el agobio y, sin embargo, si la dosis se extiende volvemos a drogarnos con el gentío porque ni te queremos ni te dejamos de querer.
Te escucho, te olvido, te cuento pero no quiero ni conocerte.
Agradezco tu compañía cuando la inspiración presiona a mi alma para salir a contar historias e iniquietudes.
Cuando me desconcierto y no sé ni adonde ir ante la posibilidad de hacer mil cosas a la vez.
Aunque no te necesito si el teléfono suena con voces de amistad, abrazos de verdad y personas que vienen y van .....
Sobre todo , no quiero saber nada de ti cuando la noche cae bajo mi cielo y me arropo con el querer. Que abrigarse con el amor es todo lo que deseo y si naces en esos instantes tendré que decirte que antes me querré morir y remorir...
Que si no te aviso , soledad, no me vengas a inquietar.
Que si que no te llamo , soledad, hazte sorda para siempre....