SUSPIROS

Brisa que nace de las entrañas del alma.

Aire que lleva el sentir y que se posa en tus labios.

Suspiros que emergen del corazón a velocidad de vértigo y mueren en la espalda de tu amor. Las frágiles hojas caen por tu cuerpo y se almacenan en tu cintura donde la frontera divide el querer de la pasión. Y el suspiro se vuelve gemido….

La boca del mundo respira y el viento acaricia las penas incrustadas en el cristal de los grises edificios. Los reflejos de soledad se plasman en los rostros de gente que camina hacia ninguna parte, pero que encuentran cobijo en los lugares más insospechados de una ciudad que se agrieta desde que amanece hasta que oscurece. Y ahí, cuando todo se hace oscuro, el aliento nos sacude y los pensamientos piensan más que nunca.

Soplidos que apartan el polvo de una mesa llena de billetes....
Que callan palabras que desentonan con la realidad...
Que están en la primera chispa de la pasión...
Que silban a la indiferencia porque piensan que la chulería está pasada de moda...
Que terminan con las dudas del riesgo....
Que calientan las previas de cualquier acontecimiento....
Que hacen de filtros del agobio y de la desidia....
Que caminan como olas por la piel de tu ser amado.


Cuentan que el viento y la brisa son novios, que el soplido es hijo del suspiro y que el respirar, suspirar y aspirar son una familia con miles de sensaciones que llegan desde el fondo de nuestro cuerpo. Cuentan que los labios sonríen por el cosquilleo... Excepto cuando aparece el temible alarido que desencadena tristeza, pena y angustia. En ese instante el aire se tiñe de gris y los pulmones caen en la soledad.
Volar…..que emoción más hermosa, dejarte llevar hacia donde sea…tú sólo…solamente tú, a cientos de metros de la tierra, tus brazos son alas y el firmamento es para ti, la eternidad es tuya y la libertad es infinita, única e incomparable. Volar sin nada, sólo tu cuerpo levemente empujado por la suave corriente casi silenciosa… y vuelas sin miedo porque el aura te aguanta y te transporta a los lugares donde tu sueño quiera llevarte.

Inhala el aroma de una hermosa flor o inspira el olor de las rígidas espinas que han salido en un jardín que cuidaste con mimo.

Y es que, a veces, las fragancias dependen de momentos, situaciones, recuerdos, anécdotas y otras tantas sensaciones que te dejan con ganas de vida o con ganas de muerte. La corriente, lo lleva, lo pierde, lo vuelve a traer y cuando crees que lo tienes o lo has logrado vencer….suavemente resopla.

Un pulmón gigantesco que nos dé un empujón a través de su ráfaga invisible....
Tal vez nos tumbe o nos haga saber que la vida se escurre, se escapa, se esfuma, se diluye como un alarido, gemido o bostezo....


Suspiros que llevan la verdad de ti.
La identidad de tus emociones.
El adn de tu sentimiento.
Sensaciones envueltas en suspiros....
Suspiros....