martes, 16 de junio de 2009

MILES DE TELAS

A las puertas del mar hay tendidas miles de telas. En el corazón de la ciudad las telas forran las acera. En ellas, de todo; música, libros, pequeños electrodomésticos…. Europeos, sudamericanos, africanos, indios, árabes, asiáticos....
El sol está saliendo por el mar y el negro ya estira sus telas para comenzar el día de trueques y ventas, regateos y astucia, lucha y miedo. Una hora más tarde llega el árabe y tras él, el resto de extranjeros que colonizan calles y puertos, ciudades y playas. He visto en un puesto libros que se han leído más de cien veces y películas que esperan ser estrenadas en los cines de todo el país. Los CD a veces están rayados y no se oyen bien, los relojes se estropean a los dos días y los collares aguantan sólo un verano. Luego, se rompen en mil pedazos.
La gente se acerca y preguntan precios en busca de una ganga que les haga felices. Los extranjeros ruegan en silencio que compren que ahí va el trozo de pan para la cena. Unos miran el bolsillo, otros pierden la mirada en el mar y en el horizonte. Pero en ese momento nadie se siente engañado, un cliente y un vendedor profesional de lo que tiene y lo que hay. Hace frío y el tiempo pasa de puntillas y sin contemplaciones. El cielo es el techo y los edificios las paredes que cada vez se estrechan más a medida que la noche se acerca. El susurro del mar se oye a sus espaldas…
De mano en mano una botella de vodka, cigarrillos que queman el nerviosismo, frutos secos cuando la soledad roza las telas y algún que otro grito entre ellos para saber que aun siguen vivos entre el acero y el cristal. En ocasiones, se juntan entre puesto y puesto y recuerdan batallas ganadas y sentimientos perdidos. Incluso bromean con sus religiones y apuestan a ver quién cuenta el mejor chiste étnico del día.
La tarde se va apagando y la corriente se va colando por el vacío de las calles, por el puerto, donde el mar deja de crecer la gente va marchando hacia sus casas. Las luces de las farolas se encienden de repente y los extranjeros creen que por hoy ya es suficiente. Antes de nada, cuentan y recuentan el dinero….

Cuidadosamente recogen y sacuden las telas con movimientos rápidos, otean de izquierda a derecha y se preguntan si la policía hoy está de vacaciones o en alguna huelga en contra de la inmigración. Sonríen con tristeza y luego se lamentan débilmente de la actual sociedad. Débilmente y se mueren de hambre…. Una vez que la acera queda en su color natural, los extranjeros se despiden hasta mañana, por mil caminos muy diferentes, pero todos muy oscuros y solitarios.
Y mañana, el negro será el más madrugador, aunque la gente nunca sabrá que esa noche no pudo dormir porque lo echaron de su cajero. El siguiente será el árabe, como siempre una hora más tarde y como siempre tendrá hambre, porque unos vándalos le roban todas las madrugadas lo que logra durante el día. Y así, irán llegando y dejando sus telas por los suelos, esperando a que pase el tiempo, a que nunca más haga frío, a que el sol salga por todas partes y el mar deje de estar sólo a sus espaldas.


16 comentarios:

  1. DAVID,LO DE SIEMPRE. EL MAS DESGRACIADO SE LLEVA LA PEOR PARTE MIENTRS EL RESTO DEL MUNDO SIGUE SIN MIRAR A NINGUN SITIO NI PREOCUPANDOSE POR NADIE.
    BESOS.MJ

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  2. Aquí no hay puerto pero hay barrio como tu lo descibes perfectamente "lavapiés", me gusta pensar que ese nombre lo eligieron para que cualquier caminante pudiera descar sus pies cansados con el agua fresca....Gracias por recordarme que todos somos iguales.

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  3. Una entrada muy real, triste como la vida misma.
    Tantos seres en la calle, vendiendo en ocasiones su dignidad, recibidos en ocasiones con una mueca de desprecio y ellos...sonríen.
    Se ríen de nuestra falsa humildad...
    Nos dan lecciones de vida, de saber estar, de amor a los demás.
    Un beso.

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  4. David,

    Esta lectura me deja con una sensación de confrontación, la vida que se mueve para comer, la mano de los que se encuentran para aliviar las inclemencias del tiempo, y las imposibilidades de la sociedad para cumplir toda expectación de las necesidades entre sus habitadores.

    Me encantan los matices que das a la historia -el clima,las luces, las sensaciones, los colores,el tiempo- una lectura que enriquece.

    Y ha sido un placer leerte.

    Saludos grandes.

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  5. LAMENTABLE, PERO ESASI, SIEMPRE LE MAS HUMILDE, ES QUIEN PAGA, RELATASTE PERFECTO UNA TRISTE REALIDAD ¡¡¡¡
    UN ABRAZITO DAVID¡¡

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  6. Que cruel realidad, y todos nos hacemos los locos ante esto.
    Que bien sabes plasmarlo...que te metes en la piel de esa gente...y llegas a sentir una profunda tristeza, por esas vidas llenas de soledad e indiferencia.

    BESOS.

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  7. Mmm lo enfocaste bien, fue una buena forma de plasmar una realidad lamentable.
    Un abraazo cariño, cuidate mucho si.
    Besitos como siempre.

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  8. Un gusto leerte, gracias por tu visita se aprecia mucho el cmentario igual.

    saludos fraternos
    un abrazo

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  9. DAVID!!

    SIEMPRE TAN AMABLE CONMIGO...

    BONITO POST, DONDE YO VIVO ESTO TB SE VE. SABES UNA COSA? POR UN MOMENTO ME GUSTARÍA QUE AL MENOS UNO DE EELOS LEYERA TU HOMENAJE...

    FELICITA A TU MUJER DE MI PARTE POR TENER UN HOMBRE QUE LE ESCRIBA ESTE TIPO DE COSAS, COMO LAS DE LA FOTO DE LA ARENA DE LA PLAYA...

    BESITOS

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  10. He viajado y NO. Acá en Chile, las calles de las grandes urbes están llenas de chilenos en similares condiciones a las que describes y ahora que viene un gran temporal de lluvia y viento, seguramente aparecerán esos seres "los pobres", que brotan como las setas en invierno, en los canales de televisión, para que así los que tenemos hogar "demos gracias al buen Dios" ¿será ese el objetivo de la pobreza, remecer las conciencias? Ojalá que no. Cuando dices "extranjero" yo me pregunto ¿qué es eso? Todos somos extranjeros en este mundo, porque este que vivo no es mi país ideal y esta cultura donde el mayor valor es el "éxito económico" no es la que quiewro heredar.
    Un gusto haberte leído, me quedo aquí por un largo rato.
    Besos

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  11. Precioso este cuento. Te lo aplaudo de pie.

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  12. David...sabes...qué lindo que te detengas y observes esta realidad...eso habla de tu alma tan sensible y exquisita, selecta, diría.
    Me siento orgullosa de contar con tu amistad y deseo que el Señor Dios bendiga tu vida y la de los seres que te aman y que amas.
    Tal vez no se pueda solucionar nada pero al menos, después de haberte leído, muchos tendrán la mejor sonrisa para con ellos, los vendedores ambulantes y comprarán algo, aunque no lo necesiten, tan sólo por ayudar, tan sólo por brindar "buena onda", como dicen los jóvenes y hacer que por un instante no se sientan sólos y puedan saborear al mar como testigo ...y uno a veces se cuestiona, que por los reverses de la vida, podríamos estar en su lugar...¿podríamos tener esa sonrisa a flor de piel como ellos?...
    Gracias por siempre pasar por mi blog, tus palabras me hacen muy felíz.
    ¡ Qué pases un buen fin de semana junto a tus seres queridos !
    Cariños de Mariana

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  13. ...es cierto david, telas para vender un puñado de personas que dificilmente les dejan hacer otra cosa , es la vida un tremendo telar donde la suerte acompaña...desde mi alma a la tuya siempre ...jose ramon...----

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  14. Desde Puerto Rico y los mares turquesas
    pienso que tenemos en comun muchas cosas, ej la forma del blog
    y hay algo en los escritos.... que cautiva

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  15. David:
    Es curisos pero en nuestro país antes conocíamos por extranjeros a los que nos venían a visitar de turismo y ahora tú te refieres a ellos con ese mismo nombre que otros llaman habitualmente inmigrantes. Bonita metáfora ¿no te parece?.
    En realidad, su mera presencia nos habla de las calamidades que han tenido que sufrir sólo para poder ganarse la vida vendiendo baratijas a plen sol. Decimos a menudo que todos somos iguales, pero en el fondo también nos alegramos de la suerte que hemos tenido, luego no todos somos iguales. Por desgracia.

    Saludos,

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