lunes, 24 de febrero de 2014

ABRÁZAME





Abrázame y no me dejes caer en el olvido. 
Abrázame, por favor, que he perdido mi destino y ya no sé si vengo o si voy. 
Abrázame fuerte, que si me sueltas es como caer al vacío sin llegar al final.
Abrázame para siempre, que así siento tus manos alrededor de mi miedo y todo se hará llanura donde yo mismo coloqué montañas y precipicios. 

Cuéntame que tienes pensado... o mejor, qué sientes cuando piensas que me hundo si tú no estás a mi lado. 
Cuéntame todos los días que quedan por llenarlos de besos y resta todo las heridas que que crecieron en el pasado.
Cuéntame las noches que faltan por alcanzar la estrella que tú y yo prometimos entre juegos y cosquillas. 
Cuéntame aquel cuento que escribiste con tu mirada la primera vez de muchas más.

Enséñame donde está el atajo para llegar a tu corazón, que mientras indago, ando y exploro, tú has llegado al mío una y otra vez. 
Enséñame los secretos de la vida, que llevo muchos años intentando descifrarla y cuando creo que lo he conseguido, me estrello contra el fracaso.
Enséñame a decir esas cosas que dices sin hablar, cómo con una mirada desarmas y cómo con una sonrisa me elevas.
Enséñame a ser la mitad de lo que eres tú, que será suficiente para que sea el doble de lo que siempre había soñado. 

Abrázame y llévame contigo... 



martes, 18 de febrero de 2014

EL PEOR INVIERNO



Llegó al dormitorio y las bajas temperaturas seguían debajo de las mantas.
La tocó y tuvo que mirar para saber si era piel o hielo lo que tocaba.
Se movió y le dio la espalda, como el día que tendió la mano y recibió un portazo.

El peor invierno es aquel que un día fue verano...
La tormenta más intensa aquella que deja los ojos ensangrentados...
El huracán más peligroso, el que arrastra el respeto hacia el olvido...
El peor rayo es aquel que deja a oscuras lo que un día era un sol incandescente...

Suspiró y con las manos aguantó las lágrimas que estaban al filo del precipicio.
Suplicó en silencio y sin embargo no dejaba de escuchar gritos en su alma.
Preguntó al aire y contestó la soledad acompañada de una soberbia tristeza.

Buscó las flores por toda la casa y solo encontraba espinas y amargura...
Halló las cartas que un día eran de amor y al leerlas.... ¡cuánto dolor!...
Las fotografías habían desteñido, como el azul de su traje y el blanco de su caballo...
Ensayó en el espejo y cuando susurraba te quiero el cristal se empañaba...

El peor invierno...
Tanto frío que ni las ropas...
Se adentra, se cuela, te come, te ahoga...
El peor invierno...
Un infierno...