Empieza
tú.
Quién
mejor para desperezar al mundo que alguien que a cada amanecer, escribe con su
voz versos de esperanza y magia.
Eres
la mejor candidata para espabilar a la gente y zarandear el corazón que late
sin saber que los latidos son algo más que tambores inconscientes.
Tu
alma pesa más que 21 gramos, pero no te asustes, que eso es que estás haciendo
las cosas bien. Con esas toneladas de sentimiento podrías comenzar el cambio,
la transformación de los valores que ahora caminan enfermos, ciegos y mudos.
Este
mundo puede caer en picado y ni la gravedad, puede mantener en el espacio tanto
dolor y sufrimiento. Todo se contamina a pasos acelerados y no hay frenos que
paralicen tanta mentira e injusticia.
Necesitamos
que salgas a la calle y resurja de nuevo tu cuerpo en las esquinas de cada
mente. Poco a poco, para ir colándote en los sentidos de cada persona y
recobrar lo que todos tenemos y muchos ignoramos. O sea, a ti.
Eres
el sol en un grupo de actitudes que han caducado debajo de la piel, porque nos
hemos acostumbrado a sobrevivir y aguantar en lugar de vivir y crear.
La
dignidad más digna del ser humano, el héroe absoluto en las guerras, el
esplendor delante del enemigo y el milagro cuando abrazas al perdón.
Mejor
que tú no hay nadie para comenzar a despejar las dudas a aquellos que no
quieren tu compañía porque dicen que
debilitas.
Y
ya sabes, como nos han envenenado de necedades, a más amor más miedo y a más
miedo más falsedades.
Demuestra
con tu pureza que aún podemos sostener las columnas de este universo.
Que
como no aparezcas pronto con la dosis suficiente, el techo del firmamento va
caer sin remisión aplastando nuestra cobardía.
Después
llegará el llanto y las maldiciones, cuando echemos un vistazo a los caminos
que se quedaron en nuestra mente y sin estrenar.
Enséñanos
tus bocados que es el alimento que vacía las entrañas…
Convéncenos
con tu droga, que es la que rehabilita al que prioriza el dorado por la salud y
la imagen por el amor.
Haznos
ver lo equivocados que estamos cuando te da por asomarte por cualquier
resquicio de nuestro cuerpo.
En
el filo de una lágrima.
En
un quejío de emoción.
En
las manos vacías.
En
los corazones cargados.
Empieza
tú.
Que
eres la que muchos amamos y muchos enterramos, porque los complejos nos encadenan
y corremos sin sentir y sentimos que no sentimos…
Empieza
tú y hazlo por ejemplo conmigo.
Inaugura
las partes de mí que aún no saben de tu gloria.
Empieza tú, bondad, y despiértanos de una maldita vez.
Estimado David: Bellisima tus palabras, los poetas somos esos raros personajes que sueñan con un mundo mejor.
ResponderEliminarTe dejo uno de mis pequeño poemas y un pensamiento de regalo.
Tu amiga argentina
Lydia Raquel Pistagnesi
Soy paréntesis
de páginas escritas
con frases impensadas.
Pincelo
noches sin estrellas.
Y canto,
con la voz enronquecida
y los labios resecos
.
De mi libro , "Destino de Gorrión"
Busco mi alma
después de la tormenta
en escarpados exilios de dolor
donde una vez,
quedó olvidada la inocencia..........
Del tercer mosaico de mi libro
"En el nombre del Ángel